Los techos metálicos para exterior, además de actuar como elementos de protección, también cumplen con la función estética. Existen diferentes formas de chapa como la grecada, la minionda, y la más popular, el tipo teja.
De igual modo, los colores de las cubiertas pueden personalizarse para conseguir coherencia con el entorno, ya sea en una vivienda particular o con las tonalidades corporativas de la empresa.
Además, ofrecen una alta protección del vehículo. Los techos metálicos alargan la vida útil, tanto en verano como en invierno, a la vez que protegen la estética evitando que se deterioren componentes como la chapa o la tapicería.
Mantenimiento de los Techos Metálicos
Tras un proyecto de instalación hay que mantener techos metálicos para evitar el deterioro con el paso del tiempo. Uno de los problemas más comunes en este tipo de instalaciones el óxido que aparece al cabo de un determinado periodo de tiempo.
Todas nuestras cubiertas y marquesinas se ven sometidas al procedimiento de acero galvanizado, el cual crea sobre ellas una capa de zinc que garantiza su durabilidad y resistencia incluso en condiciones meteorológicas extremas. Gracias a este material, es muy improbable que aparezca óxido, pero en caso de que así sea, dejamos los siguientes consejos.